Pues no fallecí durante el fin de semana, ni sentí tampoco que estuviera muy próxima a la muerte. Sin embargo, qué importaría si morir sólo es otra parte del proceso. Pero no, no hay por qué preocuparse. El hecho es que parece que tengo alguna forma de alergia... a los ensayos de mis alumnos.
Hoy finalmente terminé de calificar 48 ensayos que me resultaron verdaderamente una tortura. Por alguna razón es imposible leer las tres páginas escritas por alumno, haciendo correcciones en los errores gramaticales y anotaciones en las partes que son incorrectas o vagas, para terminar con un comentario de un par de líneas en menos de 30 minutos. 30 minutos por alumno suman muchísimas horas... y con un estado gripal, aún es más difícil.
Aunque yo lo veo como un proceso de entrenamiento para el futuro, tengo claros recuerdos de este fin de semana en que de a ratos quería sólo dormir y mejorarme, en lugar de estar corrigiendo ensayos. Por suerte, hoy terminé con ellos. Ahora comenzaré (bueno, mañana) a corregir ejercicios de escritura en clase. Quiero entregarles todo el miércoles, porque el viernes tienen examen parcial.
Y mi propio trabajo, pues tendrá que esperar para el miércoles por la tarde y el jueves, en que no tengo que calificar nada. Es una pena que hayan pasado tantos días sin poder escribir ni una página de mi tesis. Obviamente, no es porque no hubiera unos minutos aquí o allá, pero no estaba en condiciones mentales para hacer nada.
Pero, ya veo la luz al final del tunel... en cuanto a calificar y salir del estado gripal que tenía...
Pronto, muy pronto, volveré con los hombres lobo y los vampiros. Me han quedado en el tintero un montón de temas que quiero tratar. Así que, como decían en algunos programas de televisión, continuará.
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