20 de agosto de 2011

Temas sangrientos III

Esta será mi última nota sobre Dracula por ahora, ya que voy a darle paso a otros vampiros quizá menos conocidos. La parte que más me llama la atención de la polifonía de voces en el texto, y que mencioné ya alguna vez, es el silencio de los vampiros y sus asociados. Quizá no resulta muy evidente, pero quienes tienen la palabra en el libro son Seward, los dos Harker, Van Helsing e incluso Lucy antes de volverse "The Bloofer Lady". Drácula, Renfield y las tres mujeres que viven en el castillo no tienen voz propia, sus discursos nos son referidos por aquellos que sí tienen voz. Esto provoca que el "invasor" (aquí sigo a Stephen Arata, a quien ya mencioné en mi primer entrada sobre Dracula) sea asociado eventualmente no con el poder, sino con quienes no lo tienen.

Tradicionalmente, quienes no tienen voz suelen ser las mujeres, las minorías raciales (o los grupos étnicos que no son normativos, por decirlo de otro modo), los minusválidos, las clases más empobrecidas, etc. Por ello resulta muy interesante considerar la propuesta que hace Arata cuando habla del temor de la colonización revertida: en Dracula la periferia invade el centro imperial, pero aquél que viene de la periferia (es decir Drácula) tiene carencia de voz (por lo mismo, de poder) aunque genera tal desasosiego a la sociedad victoriana. En otras palabras, aunque Drácula proviene de la periferia imperial, y hasta se podría decir que por eso mismo, el poder que tiene sobre el centro es enorme. Pero la posición de Drácula es feminizada en cuanto no tiene voz propia sino los demás "hablan por él".

También es importante considerar que Drácula representa, además de la referencia al Imperio Otomano que ya había yo incluido en una de mis notas previas, un momento histórico diferente en donde el poder no necesariamente está vinculado a nociones de raza pues el término no se usa sino en relación a la crianza de animales (particularmente caballos) y, en algunos casos, a formas despectivas dirigidas a otros credos (judíos, musulmanes e incluso herejes).

La siguiente nota creo que volveré al tema de los musulmanes, pero en relación a otros vampiros, ya veremos.

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