La entrada anterior mencioné algunos de los elementos geográficos que me llamaron la atención sobre American Horror Story. Me gustaría continuar hablando sobre la locación de la serie, en su primera temporada. La casa de la familia Harmon en Los Ángeles es central para el desarrollo de la serie, pues en ella están contenidos los fantasmas del pasado. Desde luego, estas historias fantasmales (literal y metaforicamente hablando) reaparecen continuamente. Por mucho que se entierre lo pasado, este vuelve a resurgir. Posiblemente sea ésta la verdadera "pesadilla americana": la imposibilidad de borrar del todo el pasado violento, homicida, enfermo que quiere olvidar esta nación. Así, esta casa "vomita" los dramas ocultos entre sus muros, al igual que los traumas de la guerra reaparecen para quien sufre de síndrome post-guerra.
Por otra parte, el pasado oculto en la casa es relativamente reciente. Esta breve historicidad también puede ser causante de las ansiedades reflejadas en la serie televisiva. A diferencia de otras culturas que tienen raíces profundas en el tiempo, la "costa oeste" norteamericana no ha integrado el pasado de la región. De hecho, prácticamente nadie recuerda a los habitantes originales del estado de California. Además de esta desconexión histórica profunda, la casa fue construida durante los años veinte (1922 para ser más precisa, aunque en realidad la casa fue construida en 1908) y muchos de los eventos ocurridos en este lugar ficticio datan de finales del siglo XX. Es decir, este es un recordatorio constante que la memoria histórica norteamericana, particularmente en la "costa oeste," es ciertamente superficial, casi se podría decir que está a flor de piel
Paradójicamente, la casa es parte de un tour de lugares tristemente célebres: son locaciones de crímenes y otros horrores. Digo paradójicamente porque este atractivo turístico hace gala de las "historias " de dolor y desventura ajena. Normalmente, los recorridos de este tipo muestran lugares con una larga historia (pensemos en los viajes guiados en Europa, que llevan a grupos de visitantes al Coliseo en Roma, la Catedral de Notre Dame en París o el palacio de Westminster en Londres). En California, los atractivos "históricos" resultan ser según American Horror Story espacios de crímenes y odios diversos.
De manera similar a las narrativas góticas, esta propiedad y sus habitantes cargan con una maldición. O, quizá, cualquiera de nosotros vivimos dramas similares pero los vemos polarizados en un solo espacio en donde todos los males parecieran seguir a una sola familia. Particularmente en los episodios sobre Halloween, la casa se vuelve el pararrayos de todos los conflictos que llevaron a la muerte de los habitantes de esta mansión. Más aún, tanto el ático como el sótano son elementos basados en las novelas góticas, con sus pasadizos secretos y elementos decorativos de otros tiempos.
En otras palabras, la casa en American Horror Story me hace concluir que esta narración es neo-neo-gótica. Es decir, un resurgimiento del resurgimiento del gótico. Con ello, también hay un regreso al deseo de un pasado en donde los horrores se ocultaban. Un pasado plagado de automutilación, aborto, relaciones extramaritales, adicción a diferentes sustancias, esquizofrenia juvenil, parafilias sexuales, etc. queda enterrado, aunque muy cerca de la superficie.
No hay comentarios:
Publicar un comentario