27 de diciembre de 2011

Mirando por la ventana

Cada persona tiene sus pasatiempos favoritos. Hay quienes se dedican a correr o hacer yoga, hay otros que prefieren armar rompecabezas. A mi me gusta mirar por la ventana. Sea en un café o en un tren, desde un departamento o hacia adentro en un aparador, las ventanas ofrecen una mirada "protegida". Es decir, uno puede ver y, aunque de hecho es visto a menudo, estar a resguardo.
Fair Rosamund de John William Waterhouse.
Digamos, uno puede ver por la ventana quién viene y va por la calle. Sin embargo, se puede estar cómodamente sentado. Hoy estoy en un café.. en una librería maravillosa (es inmensa), puedo ver la gente que camina por la calle, puedo imaginar sus vidas sin meterme en ellas. No soy una partícipe, sólo una observadora de lo que sucede a mi derredor.

Y, sin embargo, debo volver la cara hacia mi computadora y ponerme a trabajar.

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