27 de septiembre de 2011

Cuando el agua sube...

hay que aprender a nadar. Y si no, de plano flotar.

 Supongo que parecería contraproducente estar escribiendo esta entrada en mi diario (que no ha sido últimamente muy diario que digamos), pero necesito empezar a reconectar el cerebro con los dedos antes de entrarle a todo lo que debo hacer. Así que comenzaré por hacer una "lista de pendientes" para el día de hoy.

  1. Primero que nada, tengo que tomar notas de dos libros respecto a la política internacional de Fernando de Aragón (y no, no estoy hablando de los Reyes Católicos, sino sólamente de Fernando). Esto es parte del marco histórico del tercer capítulo de mi tesis doctoral.
  2. Al terminar las notas, es importante que haga copias o PDFs de los mapas que tienen estos libros.
  3. Luego debería llevar estos dos libros de regreso a la biblioteca.
  4. Tendría que dedicarle unos minutos a imprimir el listado de empleos a los que pienso mandar mi solicitud.
  5. Eso me llevará a terminar de escribir mi filosofía personal sobre la enseñanza, para poder hacer mis solicitudes de empleo.
  6. Además, me encontraré con uno de los miembros de mi comité doctoral para preguntarle al respecto de las cartas de recomendación y un elemento que quiero incluir en mi curriculum.
  7. Finalmente, voy a ir al gimnasio o a caminar... y quiero ver la bio-luminiscencia en la costa...
y como iré a ver el mar (no como Alfonsina Storni),  es importante saber nadar o, por lo menos, flotar en casos de inundación.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Pues sí. O saber nadar, o saber flotar, o vestirse de mar. Mientras la rima no nos llegue a traicionar.

:-)

nagelita Preciosa dijo...

Y que conste que el comentario fue MIO, y no de un tal UNKNOWN, carajo.