Ayer recibí un correo electrónico de un ex-alumno mío. Igual que muchos antes, me pedía una carta de recomendación para la maestría o el doctorado. A diferencia de muchas otras ocasiones, dudé en escribirla. ¿Por qué no escribirle una carta de recomendación a este alumno?
Quizá es el hecho que lo conozco poco, pues sólo fue mi alumno durante un mes (un curso de verano). Aunque la cantidad de horas que los estudiantes y yo pasamos juntos en ese curso equivale al tiempo que transcurre en un trimestre cualquiera. Es decir, fue mi alumno cerca de 30 horas.
Es también posible que, debido a que participaba poco en clase, tenga yo menos que comentar en una carta. Pero he escrito cartas de recomendación a algunos alumnos que son tímidos y hablan poco en clase. Sin embargo, los alumnos a quienes les escribí dichas cartas escribían ensayos y composiciones que me hacían ver que su falta de participación oral era debido a la timidez. Este alumno tenía dificultades con el idioma, por lo que su escritura no era suficientemente clara... pero, eso no le resta inteligencia o capacidad. Sólo confirma que es un alumno no nacido en los Estados Unidos y que su capacidad escrita necesita mayor desarrollo.
Sé que mi alumno aprendió mucho en mi curso, que estaba interesado en las discusiones que teníamos y que puso mucho esfuerzo. Era notorio a pesar de que lo antes mencionado... y, no obstante todo lo anterior, cuando este muchacho me pide que le escriba una carta de recomendación para ir a la escuela de medicina me pregunto, ¿por qué una carta escrita por un instructor de literatura puede serle útil?
Me siento incómoda con mi duda. De hecho, le respondí que me gustaría saber por qué me pide a mí una de las cartas cuando sería mucho más conveniente que le escribieran los profesores de química, biología o matemáticas.
Lo peor de todo es que, para mis adentros, me pregunto si eso mismo sienten los cuatro profesores a quienes les pedí cartas de recomendación para encontrar empleo. Obviamente, todos ellos llevan varios años de conocerme, están enterados de mi trabajo académico (tanto en la enseñanza como en la investigación), pero me pregunto si sienten las mismas dudas.
2 comentarios:
Una profesora me dijo que, si ella piensa que no puede escribir una carta buena de recomendación, ella lo dice al estudiante (cortésmente). Yo sé que para los "undergrads" la situación es diferente (porque a menudo la relación entre el estudiante y el maestro se basa en un trimestre (o dos...o tres)), pero para nosotros, los profesores conocen a nuestros proyectos para muchos años, y por eso pueden dar una evaluación sincera. De todos modos, estoy segura que tus profesores están muy felices que pueden escribir cartas de recomendación para ti.
Espero que así sea, mi querida Toktok. Ya veremos cómo me va con la búsqueda laboral!
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