Yo sé, me he tardado una semana en cumplir mi ofrecimiento. La vida se volvió de repente un poco complicada, con aquello de la salud y eso. Pero bueno, ya estoy de regreso para terminar de contar la historia de mis recientes viajes.
Después de haber estado en la galería y en los parques escultóricos, caminamos (mi guía y yo) por el centro de DC hasta llegar nuevamente a la estación del metro en que habíamos comenzado nuestro recorrido. Era hora de cenar en Chinatown...
Pero antes, Sean insistió en que yo debería sacarme una fotografía en la tienda de regalos Kung Fu... sí, señores y señoras, señoritas y demás. La tienda está llena de cosas de Kung Fu, además de diversidad de regalitos. Como se puede observar en mi fotografía, hacía un poco de frío y el sol en realidad no calentaba.
Cenamos en un lugar que hacen dumplings deliciosos (que no recuerdo cómo se llama, obviamente). Pero, para mayor información, todo el día hay un señor haciendo dumplings en la ventana. Esta es la "puerta" de Chinatown de noche, justo antes de regresar al hogar de mi guía. Al día siguiente volvería yo a viajar, de regreso a la ciudad de Nueva York.
Y sí, como lo habrás imaginado. Esa historia vendrá en la siguiente entrada.
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