4 de abril de 2013

En la sala de espera

Fotografìa de Luis Felipe Salas
Hace algunos años, no recuerdo cuántos, mi hermana y yo hablábamos del fenómeno psico-social de las salas de espera. Realmente tampoco tengo clara en la memoria la razón por la que hablábamos de ello, pero me acuerdo bien de haber mencionado que se genera una situación de unión temporal que pareciera intensa. Esta circunstancia es similar a la que se da en el avión en un viaje largo, sobre todo cuando uno empieza una conversación con el vecino de asiento. Es más, es poco frecuente que uno mantenga los vínculos establecidos en estas situaciones temporales.

La estancia en un programa doctoral es similar a una prolongada permanencia en una sala de espera, sobre todo cuando los estudiantes son extranjeros y volverán a su país al concluir los estudios. De hecho, en los Estados Unidos, en donde la gente tiende a trasladarse del lugar en donde nace para estudiar en otra ciudad y, de allí, se muda a trabajar a algún otro lado, esta experiencia es particularmente intensa. Digamos que antes de llegar a San Diego yo no había vivido esto, puesto que al terminar la universidad pude mantenerme en contacto con mis compañeros y compañeras. Todos vivíamos en la ciudad de México.

La meta-experiencia en este proceso doctoral se intensifica y multiplica cuando uno ha terminado la escritura de la tesis y el momento de la defensa. Estoy en una sala de espera dentro de otra sala de espera. Estoy a la espera de algo que no puedo imaginar, que trato de alcanzar. Espero obtener un trabajo en la academia, como profesora asistente (visitante o definitiva) o en un pos-doctorado. Pero mientras tengo que esperar en la sala de espera que está en otra sala de espera más grande.

¿Qué se puede hacer en esta concatenación de esperas? Por lo pronto, sigo haciendo solicitudes de empleo (que cada vez hay menos, pues la "temporada de caza" casi ha concluido). He vuelto a hacer ejercicio y hoy debería ir a caminar, por lo menos. Tengo finalmente tiempo para leer cosas que me interesan y no están directamente relacionadas con la tesis. En fin, es como tener un fin de semana largo en medio de la tormenta... es una sala de espera.

2 comentarios:

Bigote de León dijo...

Te gustaría mucho leer a Goffman, o "los No Lugares" de Marc Auge...
yo he continuado con el tema de la interacción en espacios sociales transitorios, el subterráneo, los aeropuertos....
fascinante

Ms. Grinberg dijo...

Supongo que, en efecto, era el libro de Goffman del que hablaba yo con mi hermana.